UNA HERMOSA E INESPERADA NOTICIA
(LLEGADA DE GEMELOS)
Después de algunos días de malestar: vómitos, dolor de cabeza, sueño y con la ilusión de un viaje inmediato; decidí adelantar mi control anual ginecológico de rutina y por ello asistí sin mi esposo.
Al entrar al consultorio de mi querido doctor y después de manifestarle mis síntomas, decidió realizarme una ecografía; yo estaba totalmente segura que sólo tenía un problema hormonal, y que de todas formas ese mismo día me iba de viaje; en ese instante escuché: Cecilia mira el monitor y al voltear pude observar un puntito oscilando, él me dijo estás embarazada, hasta ese momento, me sentí muy feliz porque iba a ser madre por segunda vez; pero derrepente hubo un largo e inesperado silencio y el rostro del doctor iba cambiando de alegría a seriedad, de seriedad a desconcierto; pues yo lo miraba fijamente y no entendía; cuando en ese momento empezaron las preguntas: tienes familia que tenga hijos mellizos o gemelos y yo le contesté rotundamente un NO; entonces el me dijo nuevamente mira fijamente al monitor y ví que ya no había solo un puntito oscilando sino eran DOS; pues aún viéndolo yo no entendía.
En ese instante nuevamente escuché: vas a tener DOS bebés; pensé que era una broma; pero no era así, era totalmente cierto yo lo veía pero no lo creía; muchas preguntas giraban alrededor de mi cabeza; no podía ni moverme, mi mirada seguía fija en el monitor, pues esos puntitos eran los corazones de mis amados hijos, pero no entendía, porque si bien es cierto yo sabía de otras familias que tenían hijos gemelos; pero nunca hasta ese momento había pasado en la mía.
Salí del consultorio llena de indicaciones médicas, con la tristeza de mi viaje frustrado y con miles de preguntas sin resolver.
Ahora era el momento de comunicárselo a mi esposo, tomé el teléfono y llamé; le conté lo sucedido y él me dijo que a veces los médicos se equivocaban, me dió una explicación que no entendí, pero yo sabía que sí era cierto, ya que yo confiaba en la experiencia y sabiduría de mi doctor, además mis ojos habían visto claramente como latían tan fuerte esos corazoncitos. Ahora éramos dos sin poder creerlo. Luego de procesar un poco la noticia decidimos regresar al médico para que nos explique con mas calma y detalle esta nueva situación. Para que mi esposo pueda creerlo como yo, tenía que verlo así que decidimos practicarme una nueva ecografía y gracias a nuestro PADRE DIOS, y desde ese momento logramos entender la bendición que él derramó sobre nosotros, pues éramos los únicos en más de cuatro generaciones en tener esta gran y hermosa experiencia.
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